Beneficios de comprar bien

Recientemente entré en contacto con una fábrica del sector del mueble. Las compras en dicha empresa son más bien de tipo administrativo y se centran en los materiales directos (aquellos que están presentes en el producto final) o puntualmente en inversiones.

El dueño me insistía que realmente con este tipo de organización estaba más que adecuado, ya que su principal objetivo se centraba en el departamento comercial, no mejorar las compras, para poder subsistir.  El objetivo que se planteaban era aumentar las ventas un 4% (teniendo en cuenta la situación del mercado, se le antojaba un objetivo ambicioso). Nosotros, por el contrario, tras estudiar la empresa proponíamos la siguiente comparativa que a continuación explico:

1. Reducción de gastos tanto directos como indirectos de un 4%, es decir, el mismo porcentaje que quería aumentar las ventas (y que probablemente no conseguiría): el estudio nos decía que era un objetivo fácilmente alcanzable, si bien lo mejor es que el beneficio con el aumento en ventas aumentaba aproximadamente en 17K€, si bien la reducción en costes manteniendo las ventas aumentaba el beneficio en 39K€. Es decir, bajando los gastos un 4% mejoramos el beneficio un 15%, mientras que aumentando las ventas un 4% sólo mejoramos nuestros resultados un 7%.
2. Reducción real de gastos: tras estudiar los gastos directos e indirectos, planteamos una estrategia que reduciría los gastos indirectos más de un 17%, mientras que los directos - para no tomar riesgos innecesarios en un primer año - sólo los reducíamos un 4,89%. El resultado era una mejora en el beneficio de un 30%.

Con este sencillo cálculo vengo a significar cómo en muchas ocasiones vemos el aumento de ventas como la herramienta para poder crecer - o subsistir - en las empresas y desdeñamos una herramienta más inmediata y que puede mejorar nuestra cuenta de resultados de forma más rápida y sencilla.